Hace un tiempo atrás, viendo una gran charla TED de Simon Sinek sobre cómo los grandes líderes inspiran, empecé a preguntarme y a repreguntarme cuál es “el para qué” de mi vida. Desde el momento en que esa pregunta apareció en mi interior, ya nada fue igual. Esa pregunta sigue presente y descubrí que me va a acompañar por siempre. Cuando hablo de mí “para qué”, me refiero a qué me inspira, qué me mueve, qué creencia está detrás de mí accionar y cuál es mi propósito.
Y esta pregunta se me trasladó automáticamente a todo lo que hago, a cada cliente nuevo que tengo, a cada relación, a cada reunión y a cada nueva situación.
Es allí donde me surgió el interrogante respecto a ¿Cuál es el “para qué” de los emprendedores? ¿Qué es aquello que los inspira? ¿Cuál es su propósito al emprender?
Posiblemente la respuesta que se le viene a la cabeza a muchos sea “Para ganar dinero, obvio” pero esto no es un para qué, es un simple resultado, una consecuencia y como todo resultado, puede ser positivo o negativo.
Desde el momento en que decidiste emprender, asumir todos los riesgos y sacrificios que ello requiere, algo dentro tuyo dijo “basta”. Basta de siempre lo mismo, basta de trabajar para otro, basta de poner mi tiempo y mi energía en trabajos que no me llevan a ningún lado, basta que alguien decida por mí, basta de viejos modelos, etc. Es en ese instante, en esa fracción de segundo donde se manifiesta él “para qué”, el propósito. Algo te inspiró, algo te movió, ciertas creencias nacieron en tu interior y estoy seguro de que no fue solo ganar dinero.
Con este panorama vuelvo a preguntar ¿Para qué emprendés? ¿Estás haciendo lo mismo de lo que escapaste hace un tiempo atrás? ¿Vas a armar una empresa únicamente enfocada en el dinero? ¿Vas a tener una empresa en donde dentro de 10 años tus empleados huyan a emprender a otro lado? ¿Qué le vas a dejar a este planeta? ¿Más de lo mismo? ¿O pensás hacer las cosas diferentes?
El mundo emprendedor tiene la oportunidad de abandonar las viejas prácticas empresariales y comenzar a hacer las cosas de un nuevo modo. Sobran los ejemplos dentro de este ecosistema de aquellos que dejaron de pensar en los éxitos y están abocados a dejarle algo valioso a este planeta. Sobran los ejemplos de aquellos que se enfocaron en cambiar las cosas y que sus emprendimientos son sumamente exitosos.
Este nuevo enfoque que propongo, no tiene que ser visto como algo utópico o abstracto, todo lo contrario. Es algo práctico y tangible. Desde la mirada puramente estratégica del negocio, las Start Ups que solo están enfocados en ganar dinero o conseguir un gran éxito, son débiles y endebles, ya que cuando las cosas andan mal, no hay certeza de que sus fundadores resistan y luchen por salvar el proyecto. La falta de propósito se nota, se siente y se transmite. En cambio, aquellos emprendimientos que tienen una causa, un propósito mayor y más grande que trasciende a ellos mismos, estos son fuertes e inquebrantables, ya que no sólo sus fundadores van a luchar para salvarlo cuando “las papas quemen”, si no que todos sus empleados y seguidores los van a apoyar. El propósito o para qué jamás puede ser para algo personal, siempre debe ser enfocado en el afuera.
Emprender es una oportunidad, por eso requiere ser tomada con suma responsabilidad y compromiso. No hagamos más de lo mismo, no sigamos construyendo algo que no tiene salida alguna. ¡Hagamos la diferencia!
Ante cada nueva idea o proyecto, pregúntate ¿Para qué lo voy a hacer? ¿Cuál es el propósito y el sentido de este nuevo proyecto?
“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo” Albert Einstein
Dr. Juan Raskovsky
Emprendedor. Abogado especialista en Start Ups & VC en @RaskovskyAsoc. Posgrado Derecho Ambiental UCA
Nota original en: http://accesoglobal.info/para-que-emprender/